La Mesa Técnica de Género y Cambio Climático, – un espacio interinstitucional auto convocado para promover la igualdad de género en la gestión del cambio climático, mediante el impulso de políticas públicas inclusivas y transformadoras. Ante la evidencia de cómo la pandemia por el COVID 19 ha exacerbado las desigualdades en poblaciones vulnerables y de atención prioritaria de zonas rurales y urbanas que ya enfrentaban los efectos del cambio climático, nos comprometemos y hacemos un llamado a las instituciones del Estado, la Sociedad Civil y el Sector Privado, para que en las respuestas ante la pandemia se emprendan acciones integrales que consideren a las poblaciones en situación de pobreza extrema, de manera especial a mujeres y niñas que son las más afectadas con los impactos de problemas ambientales, climáticos, económicos, de salud y de la violencia como los que se viven en la actualidad.

– Debido a la emergencia derivada del COVID 19, las desigualdades estructurales que ya existían a consecuencia de múltiples factores macro económicos, así como de prácticas cotidianas excluyentes que siguen dejando de lado a sectores históricamente discriminados, se han reforzado. Nuevas poblaciones, en las áreas urbanas y rurales, se encuentra en situaciones de vulnerabilidad. Mujeres que se dedican al trabajo informal o al trabajo agrícola experimentan un riesgo alto de precarización de su vida frente a los impactos en la economía, las medidas que colocan a los empleadores en posición de ventaja frente a las/os trabajadoras/es; además viven una sobrecarga de trabajo incrementada por el tele estudio, a lo que se suma la falta de acceso a herramientas tecnológicas para el apoyo que deben brindar a sus hijos e hijas.

– Es necesario profundizar el conocimiento sobre los impactos de la pandemia en el ámbito productivo y reproductivo para determinar acciones efectivas. En el periodo de confinamiento durante la emergencia sanitaria, el trabajo de cuidados realizado por las mujeres se ha incrementado, así como los índices de violencia de género. La pandemia, al igual que los impactos del cambio climático han afectado los medios de vida y la capacidad de adaptación de la población a posibles impactos del cambio climático, sobre todo de mujeres diversas
urbanas y rurales.
– La pandemia el abordaje del cambio climático debido a que se refuerzan brechas de género en los ámbitos tecnológico, de financiamiento, capacidad de adaptación de la población y monitoreo de acciones. Se requiere tomar acciones más efectivas que aseguren la participación de jóvenes y mujeres en la agenda de recuperación verde y sostenible.
– La pandemia ha evidenciado problemas que vienen de un sistema económico global excluyente que ha tenido importantes consecuencias para el ambiente y para poblaciones en situación de vulnerabilidad. La búsqueda de soluciones requiere la participación de todos y todas especialmente de quienes mayores afectaciones han sufrido por el cambio climático.
– El marco de acción del cambio climático responde a una problemática a nivel mundial y que en nuestro país, entre los sectores priorizados para la gestión de la adaptación y mitigación al cambio climático, incluye al sector salud.
– Las soluciones desde la realidad país y su diversidad territorial y cultural requieren que la reactivación económica no refuerce las desigualdades existentes y que revalorice los modelos de producción tradicionales, así como la economía de cuidados, reconociendo a estos sectores como esenciales para la economía del país. Las soluciones deberán reconocer la existencia de desigualdades estructurales y la necesidad de emprender cambios urgentes, que desde la Mesa se sugieren a continuación:

• Transitar a un modelo de desarrollo bajo en carbono, que atienda las desigualdades socioeconómicas, de manera particular las desigualdades de género y que aporte a la sostenibilidad de la vida. Para ello, se requiere abordar la realidad de la violencia de género que se ha visto acentuada durante la pandemia.
• Definir a la producción agropecuaria de alimentos y al trabajo de cuidados -realizado por las mujeres-, como trabajo esencial para la economía ecuatoriana. Este reconocimiento demanda incorporar el enfoque de género en la agenda pública y presupuestaria.
• Generar espacios de transformación personal y colectiva, donde se integre a hombres, considerando la importancia de la reconstrucción de sus masculinidades como precursores de cambio social.
• Incorporar el enfoque de género en la agenda pública y presupuestaria. Se requieren acciones estratégicas para la reactivación económica con la producción sostenible, y que promuevan la participación activa de la población, de manera especial de mujeres, pueblos y nacionalidades indígenas, jóvenes y otros actores excluidos. Para ello, es necesario integrar el enfoque de soberanía alimentaria desde la bioeconomía.
• El país requiere garantizar la soberanía alimentaria, los sistemas productivos agroecológicos y modelos de consumo responsable. Esta acción demanda promover el intercambio de saberes y haceres ancestrales, formación de capacidades, reactivar centros de acopio, para potenciar los circuitos cortos de comercialización y activar los mercados locales solidarios e inclusivos.
• Promover sistemas alternativos de intercambio de bienes y servicios, independientes de los intercambios monetarios que fortalezcan la resiliencia y disminuyan la vulnerabilidad.
• Revalorizar el trabajo de los cuidados de las mujeres, los cuerpos feminizados y las niñas, ante los desastres provocados por el cambio climático y por la pandemia.
• Fortalecer la economía de cuidados de los seres humanos y de la naturaleza, a partir de las complejidades y vulnerabilidad demostrada con la pandemia y el principio de interdependencia.
• Integrar las finanzas climáticas (lujos de dinero para financiar iniciativas que buscan respuestas frente al cambio climático) en las estrategias de reactivación económica, desde un enfoque sustentable y equitativo. Las finanzas climáticas y sustentables deberán articularse a la agenda de reactivación económica y responder a las problemáticas sociales.

La reactivación económica tiene que poner en su centro a todos y todas quienes cuidan y reproducen la vida.

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