TESTIMONIO | María Gabriela, un camino de fortalezas.
CARE Ecuador | 03 de agosto de 2022
Ma. Gabriela recuerda como hace unos años caminó durante ocho días junto a sus tres pequeños y una vida en el vientre alzando la mano y pidiendo aventón. Así cruzó por Arauca la frontera entre Venezuela y Colombia, y luego por San Gabriel la frontera entre Colombia y Ecuador, hasta llegar a Machala – Ecuador con la esperanza de una mano amiga que al llegar no estuvo.
Las calles y los semáforos en rojo se transformaron en su fuente de ingreso económico. Dulces y frutos secos le permitían trabajar día a día para pagar un hospedaje para ella y sus pequeños. – No fue así al inició – comenta, mientras relata que dos noches junto a sus hijos durmieron en el Cementerio General de Machala.
Poco a poco, Ma. Gabriela logró ahorrar lo suficiente para completar un arriendo. Ella con alegría cuenta la calidez, amabilidad y cariño de la población machaleña “los vecinos me reconocían y me regalaron una colchoneta, una cocineta…y así todas mis cositas”.
Un tiempo después, Ma. Gabriela para garantizar la educación de sus pequeños en Ecuador viajó a Venezuela a tramitar papeles, sin embargo, la pandemia de COVID-19 y el cierre de fronteras impidió su objetivo, su viaje no logró su meta y al contrario la mantuvo alejada por 5 meses de sus hijos a más de 1,580 km.
A su retorno continuó con sus actividades, y nos comenta la felicidad que le causa ver el entorno de cariño que sus hijos reciben desde sus maestras.
Actualmente a sus treinta años, con un bebé en su vientre pronto a nacer, y sus cuatro hijos de 2, 4, 8 y 11 años, comparte muchos anhelos y sueños: “Tantas circunstancias que he pasado en la vida sin rendirme. A pesar de todas las adversidades sí podemos… mi impulso para continuar son mis hijos y verlos bien, saben que no me voy a rendir y no quiero que me vean caer rendida”.
Ma. Gabriela posee muchas luchas en sus pasos: “Viví violencia de género. Por mi embarazo de alto riesgo no pude trabajar más, estuve en un refugio y hoy, por organizaciones como CARE, tengo un espacio para mí y mis hijos”. Ella posee un embarazo delicado, que la mantuvo hospitalizada y con amenaza de aborto, lo cual la acercó al personal de CARE que apoyaron en su tratamiento y de uno de sus hijos en salud. Además, le brindaron asesoría legal y fortalecimiento de medios de vida.
“Recibí una ayuda de CARE para emprendimientos y compre unas pinturitas, con ello a mis conocidos les arreglo. El papá de mis niños me está ayudando también para los gastos de los niños. Ahora estoy mucho mejor. Me cuido bastante por lo que el 25 de abril, posiblemente es mi parto”, nos relata Ma. Gabriela.
Al preguntar que anhela para ella a futuro, con firmeza responde: “lo que anhelamos todos al salir de Venezuela. Algo estable, algo que no me haga pasar necesidades. Que mis hijos tengan todo lo que uno no tuvo. Y bueno tener mi negocio propio que me pueda basar por mi misma sin esperar de nadie, sin tener que esperar por nadie”.
Ma. Gabriela se plantea a corto plazo fortalecer su emprendimiento de manicura y pedicura o colocarse un carrito de hot dog. Cualquiera de las dos actividades que le permita una independencia económica y practicar una maternidad cercana a sus hijos.